El espacio es para
mí una presencia y una ausencia. También es el instrumento del que me sirvo
para manejar ideas y la percepción de las identidades individuales. A través de
la manipulación del espacio y la luz intento rastrear la dualidad entre lo que
somos y lo que no somos, sirviéndome para ello de paisajes que han sido claves
en mi vida; escenarios registrados en mi memoria, visualizados desde la
necesidad del recuerdo.
Como contrapunto,
mis interiores están planteados a partir del concepto del vacío del
espacio, estancias desoladas
desprovistas de detalles.
Somos nosotros,
los individuos, los que damos forma a los lugares que habitamos; es el propio
cuerpo el que activa el espacio y no la existencia del espacio en sí.
Porque quitando
los objetos que dan sentido a nuestra vida, no nos deja otra opción que mirar
introspectivamente para llenar los espacios vacíos que parecen percibirse. Es
esa búsqueda constante de pertenencia y
aceptación la que me motiva.
Monica Dixon